Las 5 camisetas más bonitas de la NBA

En el baloncesto juega un papel clave la estética que acompaña al juego y esta se pone de relieve en su mayor expresión en las camisetas que se han utilizado a lo largo de los años. Desde un punto de vista completamente subjetivo enumeramos las 5 camisetas más bonitas que han llevado los equipos NBA hasta la fecha. Ahí va el Top 5.

Boston Celtics blanca

Si en el mundo del diseño la máxima “menos es más” es una de las directrices básicas, esta camiseta cumple a la perfección dicho cometido. Sencilla pero compensada, estética y equilibrada, por algo es la única camiseta que nunca ha cambiado de diseño en nada a lo largo de toda la historia de la NBA.

Atlanta Hawks roja años 80

La ciudad de la Coca Cola esta representada con esta camiseta que lucieron en la décadas de los 80 auténticos magos del aire como Dominique Wilkins o el pequeño Spud Webb. 

 Washington Bullets azul años 70

Y si hay una camiseta patria, esa es esta de los Washington Bullets, las barras y estrellas hechas equipación. El equipo capitalino lucía esta elástica azul con franjas horizontales rojiblancas, y pantalón con estrellas blancas, todo muy “capitán américa” aunque es innegable que el resultado justifica el tercer puesto.

 Golden State Warriors blanca actual

Porque no todo tiempo pasado fue mejor, o no del todo, la 2º posición es para esta camiseta que el equipo de la bahía de Oakland luce en la actualidad, aunque a decir verdad este diseño se recupera de los años 60 en gran parte, apuntándose a la moda “vintage” de reconvertir lo antiguo, pero dándole un aire más moderno. La camiseta reconvierte el logo con el puente de San Francisco que ya lucía en los 60 y les cambia las letras “The City” por el nombre actual del equipo “Golden State Warriors”.

Denver Nuggets blanca años 80

Llegamos al número 1 con un 'jersey' quizás discutible en su posición pero que no dejó indiferente a nadie. Nunca una camiseta dio tanta muestra de la época que le tocó vivir, es echarle un vistazo y viajar a los 80, una camiseta que bien podían llevar puesta los niños a los que Marty Mcfly les roba el aeropatín en su viaje a 2015, con ese aire de futurismo casposo que da la visión actual del futuro que se daban en el pasado y que fueron tan estéticamente recurrentes en los 80.